ALEXANDER McQUEEN: LA LENTICULARIDAD DE SAVAGE BEAUTY

I think there is a beauty in everything. What “normal” people would
perceive as ugly, I can usually see something of beauty in it.
Alexander McQueen

El rostro de Alexander McQueen transformándose en una calavera, o a la inversa, una calavera mutando con lentitud en el rostro del diseñador recibía al público que asistió a la exposición realizada por el Victoria and Albert Museum. La imagen es un lenticular hecho en 2009 por Gary James McQueen, sobrino del diseñador. Un lenticular es un proceso en el cual a partir de dos imágenes –en este caso las fotos de McQueen y de la calavera– y un lente lenticular se genera el efecto de una aparición fantasmagórica, un proceso óptico de mutación constante. Esta imagen lenticular remite a la portada del catálogo de la retrospectiva de 2011 organizada por el MET, en Nueva York, aunque apareció por primera vez en la pasarela primavera/verano de 2009 Natural Dis- Tinction, Un- Natural Selection. A manera de umbral, el lenticular estableció la tesitura para aproximarse al recorrido por la obra de McQueen.

Por un lado, el lenticular recuperó el dramatismo que siempre acompañó a las desfiles del diseñador, que para muchos lindaban con el performance y la instalación (el proceso óptico mencionado puede ser considerado como un ejemplo de este último tipo). Por otro lado, el mismo lenticular avisa y reitera la ubicuidad de la oposición entre vida y muerte en la obra de McQueen, que el mismo título de la retrospectiva sintetiza, y que en su comentario destaca Andrew Bolton, curador de la versión de 2011 para el MET. En la retrospectiva del Victoria and Albert Museum, ese umbral invocó el fantasma de McQueen.

El inicio de la retrospectiva londinense representa una variación con respecto de la organizada en Nueva York, que recibía al público con dos piezas del diseñador. Aparte del dramatismo y la tensión, la mutación del rostro de McQueen en cráneo evoca las calaveras presentes en las naturalezas muertas, y como en ese género pictórico, nos recuerda la vanidad y la transitividad inherentes tanto a la moda como a nuestra existencia.

La retrospectiva Alexander McQueen: Savage Beauty, versión 2015, se organizó en diez salas. La primera fue “London” (Londres) en honor a la ciudad donde el diseñador creció, trabajó como aprendiz de sastre y estudió diseño de modas, seguida de “Savage Mind” (Mente Salvaje) compuesta por algunas piezas que provenían de las primeras colecciones del diseñador, muestras de su celebrada habilidad como sastre y de su irreverencia ante la confección del traje. La tercera sala, “Gothic Mind” (Mente Gótica) reunió prendas de inspiración victoriana, entre otras destacaba el impresionante vestido que evoca a un cuervo o a un ángel caído según se quiera.

A estas primeras salas le siguieron las dos primeras (de un total de cuatro) dedicadas al romanticismo en la obra de McQueen. De este modo, la cuarta sala, “Romantic Primitivism” (Primitivismo Romántico), presentaba prendas donde se mezcladas la confección de ropa con elementos naturales, como cuernos, pelo de caballo y conchas; mientras que “Romantic Nationalism” (Nacionalismo Romántico) agrupó piezas creadas con tartán (la tela con la que se elabora el kilt escocés), encaje y elementos victorianos, pero donde predominó la herencia escocesa de McQueen. Cabe señalar que a diferencia de la exposición de 2011, en la retrospectiva de 2015 se omitió la sala “Highland Rape” (Violación de las tierras altas); se trata de una colección controversial, porque en ella el diseñador refería y comentaba la violencia y la limpieza étnica que las comunidades escocesas sufrieron a mano de los ingleses en el siglo XIX.

El esplendoroso “Cabinet of Curiosities” (Gabinete de Curiosidades) era la sexta sala del recorrido, ésta congregó prendas, zapatos, sombreros y accesorios diseñados por McQueen, se trata de objetos muy especiales porque sólo se hizo uno de cada uno –como el sombrero de mariposas– y ex profeso para ciertos eventos. Estos objetos se exhibían intercalados con pantallas donde se proyectaban momentos sobresalientes de la presentación de diferentes colecciones.

Entre el gabinete y la siguiente sala se montó un espacio donde cada tanto aparecía otro fantasma, el que cerró la colección The Widows of Culloden (Las viudas de Culloden) y al verlo casi lloro. El título de esta obra remite a la Batalla de Culloden (1745) y a las esposas de los soldados escoceses que participaron en ella, un enfrentamiento donde el ejército inglés masacró al escocés. El fantasma es la imagen de la modelo inglesa Kate Moss ataviada con un vestido de seda flotando dentro de una pirámide. El efecto se genera mediante una técnica llamada “Peper’s Ghost” (“El fantasma de Peper”) desarrollada en el siglo XIX.

Al remanso de la aparición fantasmagórica le siguió “Romantic Exoticism” (Exotismo Romántico) que subraya la atracción y presencia de elementos no occidentales, como el kimono, en el trabajo de McQueen, lo que azuza preguntas sobre traducción, interpretación y apropiación cultural. Adyacente a esta última sala se recreó la colección de la primavera/verano 2001 “Voss”, también conocidad como “Asylum” (Manicomio), que se presentó dentro de una caja de espejos dobles. Mientras no había luz dentro de la caja, el público únicamente veía el reflejo de sus rostros en las paredes del cubo, pero cuando éste se iluminaba se podían ver las prendas en su interior.

La novena sala se tituló “Romantic Naturalism” (Naturalismo Romántico), en ella se reunieron piezas que muestran la naturaleza como tema pero también como material, por el uso de plumas o flores en la confección de ciertas prendas. La retrospectiva cerró con “Plato’s Atlantis” (La Atlantis de Platón) que fue la última colección hecha por McQueen (primavera/verano 2010) antes de su muerte. Ella expresa la visión del diseñador de un planeta, el nuestro, donde los polos se han derretido y el agua lo cubre por completo, se trata también de la colección que introdujo las botas Armallido.

Durante la presentación de sus colecciones, las prendas tanto como la forma de introducirlas que McQueen elegía podían no gustar e incluso perturbar al público, pero lo cierto es que no dejaban indiferentes a sus asistentes; lo mismo puede afirmarse de la retrospectiva en el Victoria and Albert Museum. El diseño y la confección de las piezas expuestas provocaron una fascinación que acapara la atención de los legos, como mi hermano y mi esposo que me acompañaron (porque no les quedó de otra) y al salir de la exposición no dejaban de hablar de la creatividad, el talento y la tragedia de McQueen.

En mi opinión, la calavera que muta en el rostro del diseñador al inicio del recorrido no sólo interroga la vanidad, ni lo efímero de la moda y la vida humana, sino que también pregunta sobre la causa de su muerte: ¿todo esto que verás costó su muerte?¿esto vale una vida? ¿valió la pena? Deprimido por la pérdida de sus madre, exprimido por las exigencias de la industria, Alexander McQueen se suicidó en febrero de 2010. Las preguntas acerca de su suicidio cuelgan como su cuerpo dentro de su clóset.

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