Estudió arquitectura y para su sorpresa recibió el título correspondiente. Tuvo ganas de escribir y, para bien o para mal, lo sigue haciendo. Es autor de la novela El jardín de las delicias (Jus, 2009), colabora mensualmente en Casa del Tiempo, revista de la UAM, y de vez en cuando en Laberinto, suplemento del periódico Milenio. Es fundador y director general de Metrópoli Ficción.