Marcos Bustamante, sujeto bastante peleonero, después de asistir a las mañanitas en honor a una Lupita, llegó pasado de copas a su domicilio de la colonia San Agustín y creyéndose muy hombre la emprendió a golpes contra su esposa y le profirió soeces insultos delante de numeroso curiosos.
La remisión la hicieron el cabo número uno y el policía once, quedando el sujeto alevoso a disposición de la Presidencia Municipal para que hoy le califique la multa de acuerdo con la falta cometida, la pague y salga de nuevo para seguir echando bravata.
Publicada originalmente el 19 de diciembre de 1960 en El Día.