La oportuna y peliculesca intervención de un perro, fue determinante para capturar al ladrón Germán Martínez Maldonado quien con un botín de dinero y alhajas en su poder, se preparaba para huir de la casa sita en Doctor Navarro 182 departamento 6, domicilio del zapatero Benigno Casas Coronado.
Este último es propietario de un perro del que —dice— durante varios años se dedicó a educarlo para que, como en este caso, le pusiera alerta cuando hay peligro cerca. Benigno estaba entregado al descanso. En el curso de la madrugada sintió que el perro le arañaba la cara y veía insistentemente hacia un lugar donde había amontonados varios muebles. Prendió un cerillo para investigar el motivo de la inquietud del can y descubrió al ladrón que tenía en su poder varios relojes, dinero en efectivo y una camisa limpia en la que había otra suma menor de doscientos pesos.
El ladrón estaba armado con un tubo, con el cual amenazaba pegarle. Sin embargo no se atrevió a hacerlo porque la esposa del zapatero le arrojó a la cara un objeto metálico, logrando descontrolarlo. Martínez Maldonado tiene 21 años de edad. Niega ser ladrón profesional, pero tiene antecedentes como tal. El agente del Ministerio Público de la Sexta Delegación determinó que fuera enviado a la Penitenciaria del Distrito.
Nota publicada el 4 de mayo de 1955 en El Nacional.
