Este se negó a pagarle diez pesos que el arbitrario ruletero quería cobrarle de más. En la confusión logró huir.
Peligroso ruletero, que se dio a la fuga, le causó la muerte de un balazo al joven trabajador del rastro de Ferrería, de nombre Manuel, apodado el Diablo, sólo porque éste se negó a pagarle diez pesos más de la suma convenida por una “dejada”.
Los acontecimientos tuvieron como escenario la esquina de Las Garzas y cerrada del Camino Real a Toluca, la madrugada de ayer. El único testigo del crimen, señor Alfredo Jiménez Galindo, dijo que por lo violento que se desarrollaron los hechos, no tuvo oportunidad de anotar el número de las placas del vehículo.
Posteriormente, en presencia del ministerio público adscrito ala undécima delegación, Alfredo refirió que es propietario de una pequeña fábrica de embutidos, situada en la cerrada del Camino Real a Toluca número 15.
En las primeras horas de la madrugada, continuó, salió acompañado del Diablo, quien era su empleado, y de su hijo Alfredo Téllez, rumbo al rastro de Ferrería. De regreso contrataron los servicios de un ruletero, quien convino cobrarles la suma de diez psos por sus servicios.
“Empero al llegar a nuestro destino, el chofer se negó a recibir los 10 pesos que le daba Manuel y arguyó que habíamos quedado en que serían 20. Por ese motivo entablamos una violenta discusión, hasta que el ruletero abordó su automóvil, dándonos a impresión de que ya se iba, peor en realidad se apoderó de una pistola y produjo un disparo en dirección nuestra. Para entonces, mi hijo se había metido en la casa y quedábamos yo y Manuel; éste, al impacto del proyectil se dobló dramáticamente y cayó al suelo.
Manuel murió a bordo de la ambulancia de la Cruz Roja, en el trayecto al sanatorio.
Publicada originalmente el 2 de enero de 1960 en Novedades.