¡TENEBROSA CORRUPTORA DE MENORES, DENUNCIADA!

Una humilde lavandera denunció ayer en la Procuraduría del Distrito y Territorios Federales, que su vecina le está pervirtiendo a su hija de 16 años de edad, para que con caricias atraiga “clientes” a la pulquería que tiene a un lado de su casa.

La mujer que hace esta denuncia, Esperanza Jiménez de Rojas, tiene además otras hijas más pequeñas a las que la mala vecina, Matilde Pineda González, de 55 años, conocida como “La Trompuda”, también trata de pervertirlas.

La angustiada madre dijo que su hija ha sido víctima de engaños. El nombre de la jovencita es Blanca Hernández Jiménez.

La historia se inició hace poco más de un mes, cuando comenzó a visitar muy seguido a Matilde, que tiene una pulquería clandestina en su domicilio de la calle de Emiliano Zapata, en San Juan de Aragón. Vive frente a la denunciante, que tiene su casa en el número 44. No dio a conocer el domicilio exacto de la mala vecina.

Matilde, según la denuncia, es una mujer que vende bebidas embriagantes en forma clandestina y para atraer clientes se sirve de las jovencitas del barrio, como Blanca. Esta jovencita optó por abandonar su hogar y cuando su madre trata de hacerla regresar, le responde con insolencias.

Hace más de dos semanas que Blanca no ha regresado a su hogar.

Matilde, además, ha amenazado a la madre de Blanca de que si sigue tratando de recuperar a su hija le va a quitar a las otras, en la misma forma que se llevó a Blanca. Además, asegura que tiene “muchas influencias en la Policía”.

Ante esta situación, la señora Esperanza Jiménez se presentó ayer, tímidamente, acompañada de su hija Gloria, de 12 años, para denunciar los hechos en la Procuraduría del Distrito.

La denuncia quedó radicada ante el licenciado Rafael Cabañas Gorospe, en la mesa 16.

La denunciante dijo también que las hijas de Matilde la han amenazado de muerte si sigue buscando a su hija Blanca. Además, dijeron que se van a llevar a Gloria “tarde o temprano”.

En la última vez que visitó a Blanca, éste le dijo que no regresaba y la llenó de improperios.

Angustiada la señora Esperanza, dijo que ella cree que la mujer en cuestión tiene a su hija con engaños para pervertirla.

Publicada originalmente el 27 de enero de 1967 en Excélsior.

Relacionados

Deja un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Metrópoli ficción 2014. Todos los derechos reservados