¡SE APLICÓ EL HARA-KIRI!

En estado de ebriedad, y después de que lo dejaran en su recámara en espera de que se le pasaran los humos alcohólicos, José García Piña, de veintidós años de edad, se suicidó mediante el sistema conocido como “hara-kiri”, que consiste me producirse una tremenda herida en el vientre. El cadáver del joven suicida fue descubierto ayer, poco después de las veintitrés horas, por su padre, Jesús García Pérez, quien entró a la recámara para darse cuenta de si su hijo se encontraba ya en buen estado recibiendo la tremenda sorpresa de verlo muerto, tirado sobre la cama, y en medio de un gran charco de sangre. El cadáver fue enviado, de inmediato, al Servicio Médico Forense, en tanto que las autoridades de la décima delegación iniciaban sus investigaciones. El señor García Pérez, padre del suicida, declaró a las autoridades, que ayer se encontraba en su domicilio de la Calle 19, número 19, de la colonia Valentín Gómez  Farías, cuando llegó en estado de ebriedad su hijo José.

Inmediatamente lo llevó a su recámara para que se le pasara el estado de ebriedad, habiéndole reconvenido, aunque no en forma enérgica, pues suponía que no se daba cuenta de nada.

Uno hora después. lo encontró muerto ya, sin que el joven dejara carta explicativa alguna sobre las causas por las que había tomado tan fatal determinación.

Publicada el 17 de enero de 1951 en Novedades.

Relacionados

Deja un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Metrópoli ficción 2014. Todos los derechos reservados