¡QUISIERON QUEMAR VIVO A UN ASESINO!

Un asesino iba a ser quemado vivo por enfurecida chusma que había presenciado cómo el individuo cometió el artero crimen.

La policía local y Judicial del Estado tuvo que utilizar la violencia para rescatar al asesino de las garras de quienes pretendían acabar con él, en la colonia de Barrientos, en Tlalnepantla, Estado de México.

Severiano Briones Sánchez, es el nombre del individuo que iba a ser linchado. Fue conducido a las galeras del Ministerio Público de Tlalnepantla y así salvado de la furia de los vecinos que pretendían matarlo y quemarlo.

El individuo dio primeramente cinco puñaladas a Lino Mendoza Moguel, de 25 años de edad, y después lo dejó ensartado como “mariposa”. Le atravesó de lado a lado una filosa bayoneta, que para esos fines había conseguido con un
amigo.

El hecho enardeció los ánimos de los vecinos de la víctima quienes como fieras se fueron encima del asesino, que no pudo salvarse de una paliza, siendo rescatado por la Policía Judicial y Municipal que se las vio muy duras para salvarlo.

Al ser interrogado por el agente del Ministerio Público, el detenido aceptó su responsabilidad y dijo que había sido en venganza del ataque que hace dos meses había sufrido a manos del ahora occiso.

Manifestó que en esa ocasión habían tenido un pleito a puñetazos y Lino lo había atacado a mordidas, arrancándole parte de los dedos de la mano derecha, de la cual, afirmó, ha quedado inútil, porque le arrancó los tendones.

Publicada el 16 de junio de 1968 en El Heraldo de México.

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