Desde un automóvil que viajaba a gran velocidad por la Calzada de Nonoalco, Alicia Aburto de Villafuerte fue arrojada al arroyo por su esposo, Francisco Villafuerte Vélez, quien inmediatamente emprendió la huida.
La señora fue auxiliada por la tripulación de la ambulancia 59 de la Cruz Verde y conducida al hospital doctor Rubén Leñero, donde los médicos le apreciaron lesiones que ponen en peligro su vida.
Cuando estuvo en condiciones de declarar, indicó que hace cosa de tres años se separó de su esposo por las golpizas que éste le propinaba y fue a vivir con, su mamá, en la portería del edificio 42 de las calles de Mina.
Después de mucho tiempo de no hacerlo, y pese a que en tres años no le ha dado un solo centavo para la manutención del hijo que procrearon, Francisco llegó ayer y trató de llevarse a Alicia a vivir de nuevo con él.
Alicia aceptó subir a la camioneta FC 1601 que su esposo tripulaba, y comenzaron a circular por la avenida citada, donde se negó terminantemente a volver a vivir con el.
Indignado, Francisco imprimió mayor velocidad al vehículo, abrió, la puerta del lado derecho y empujó a su esposa, quien se golpeó feamente contra el suelo y estuvo a punto de morir arrollada por otros autos.
Solicitó que se castigue a Francisco, cuyas señas particulares proporcionó, aun cuando no pudo indicar el lugar en que vive, pues por la separación lo desconoce por completo.
Publicada en mayo de 1966 en El Heraldo de México.