—Me decía que me casara, “¡Ya cásate. viejo”, me gritaba cada vez que me veía; y pos. ¡ah, que!, ya lo había aguantado mucho…”
Y lo mató. . .
Con tres puñaladas Antonio Ruelas García, de 52 años, terminó con la vida de Francisco Figueroa Arellano.
Los hechos ocurrieron durante la tarde del día 3 pasado, frente a la casa número 13 de la calle Francisco Javier Alegre, en la colonia Paulino Navarro, y el presunto homicida fue detenido anteayer cuando buscaba el dinero que le era necesario para fugarse.
Al declarar, dijo que el ahora occiso era su vecino. Francisco desde tiempo atrás lo molestaba de continuo con las mismas palabras: “Ya cásate, que estás muy viejo!”.
“Pero, ¿por qué me iba a casar?, si yo vivo muy a gusto con mi hermana y no necesito de ninguna esposa…”
El día de los hechos, Francisco volvió a gritarle la misma ofensa a Antonio y éste sintió que la furia lo dominaba. Entró a su casa, llegó hasta la cocina; tomó el arma y salió en busca de su ofensor.
Publicada el 6 de agosto de 1970 en El Heraldo de México.