¡PORQUE LE ECHÓ BRAVA LO MATÓ DE UN BATAZO¡

Crisóforo Arroyo Munguía, de 18 años, mató de un batazo en la cabeza a Emilio Flores Pérez, de 23, porque éste le “echó brava”.

Los hechos ocurrieron en Guillermo Prieto y Santiago, San Jerónimo Lídice, Contreras, el viernes a las 10 horas.

Crisóforo fue entregado horas después a la policía Judicial del Distrito, por su propio padre, quien dijo que no podía encubrir a su hijo, si éste había cometido un delito tan grave.

Los móviles del crimen crispan por absurdos, como crispan por absurdos, como crispa también la forma en que Crisóforo, que a los 18 años ya ha destruido para siempre su vida, narra la forma en que se convirtió en homicida.

Dijo, en las oficinas del cuarto grupo de agentes de la PJD, que estaba en una obra en construcción que se ubica en el lugar que ya mencionamos, cuando pasó el hoy occiso acompañado por Alberto Zamora Sánchez y le “echo brava”.

Para defenderse, el homicida tomo un bat y le propinó tremendo golpe en la cabeza al hoy occiso, quien fue recogido aún con vida por una ambulancia de la Cruz Verde, pero murió poco después en el hospital de Tacubaya.

Publicada el 31 de julio de 1966 en El Heraldo de México.

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