Herido de dos balazos en el pecho y uno más en el vientre, Julio Espinoza Rosales trató de dar alcance al ebrio que le había disparado, pero su esfuerzo fue infructuoso.
El lesionado fue conducido al hospital de Coyoacán para recibir atención por los impactos que lo tienen a un paso de la muerte, en tanto que Francisco Bicenteño Peña, el presunto responsable, fue presentado en la delegación de Ixtapalapa por agentes de los Servicios Especiales que lo capturaron cuando huía.
Según declaró el lesionado, los hechos ocurrieron en los hornos de tabique de San José Aculco, en donde trabaja en compañía de su hermano Ezequiel.
Los dos hermanos se encontraban en el lugar cuando llegó Francisco y los injurió para después azuzarlos a pelear.
Como no obtuviera respuesta, el ebrio se dirigió a su casa, de donde posteriormente regresó portando el arma que disparó contra Julio.
Publicada el 10 de agosto de 1970 en El Heraldo de México.