Por un faltante de sólo 16 pesos en la cuenta del día, el propietario de la lonchería La Alteña, ubicada en la calle de Roldán número 141-A, balaceó a sus tres empleados y a uno de ellos, de quien sólo se sabe que lo apodaban El Ruso, lo mató de un tiro en el pecho.
Ello ocurrió a las dos de la mañana, poco después de que habían cerrado sus puertas a la clientela la citada lonchería.
El asesino, de nombre Manuel Gómez Torres, trató de darse a la fuga; pero fue detenido por agentes del Servicio Secreto que realizaban su servicio de vigilancia a la zona.
Ignacio Pérez Flores, otro de los empleados de La Alteña, explicó ante las autoridades de la primera delegación que junto con El Ruso que tenía sólo dos días de trabajar en el negocio y con otro empleado de nombre Juan, se quedó al frente de la lonchería.
El dueño del negocio, Manuel Gómez Torres, llegó en estado de ebriedad y les pidió las cuentas del día. Y como al final resultó que faltaban 16 pesos, cosa que no pudieron explicar los empleados, el patrón desenfundó su pistola y disparó contra los tres. El Ruso cayó muerto de un tiro en el pecho, en tanto que sus compañeros lograron ponerse a salvo.
Publicada originalmente el 17 de febrero de 1968, en Novedades.
