Vea usted: llevo 47 años casado con mi mujer. Ella es médico forense y desde hace algunos años es jefa en el SEMEFO. Y yo soy taxista, pero no por eso me quiere menos o yo me siento inferior. Nada de eso. Este es un trabajo como cualquier otro. Tantos años de vivir juntos no es fácil ¿eh?, lo más importante es la comunicación y el apoyo sin reservas. Cuando ella estaba en la escuela yo trabajaba duro para ayudarle y que no se distrajera más de lo necesario. Tenemos siete hijos, veintisiete nietos y dos biznietos, así que no me vengan a decir que cuando una mujer tiene hijos tiene que olvidarse de estudiar o de realizarse.
Todo esto no crea que se lo cuento nomás por decir, ¿eh?, es que la pareja que se acaba de bajar, ¿si los vio, no?, los tomé allá por Avenida Universidad y Miguel Ángel de Quevedo. Empezaron a discutir de pronto, sin decir agua va. Total que pasaron como quince minutos y no paraban, a fuerzas los dos querían dejar callado al otro, como si estuvieran compitiendo. Como llevo tantos años en esto del taxi ni atención les estaba poniendo, pero si llegó un momento en que me empezaron a poner de malas. En un alto la señorita me preguntó que qué opinaba, que porque ya se estaba cansando de tanto pleito con su novio.
¿Cuál es el problema?, le pregunté. Y la señorita comenzó a quejarse de él, de sus celos, de sus inseguridades. La verdad es que me desesperaron y para que ya se callaran le pregunté a la chica por qué comenzaban a discutir.
“Es que yo gano más que él”. “No pues con razón”, que le digo. Y les conté la historia de mi esposa y la mía, la que le acabo de contar.
Entonces le dije, “mire señorita, le recomiendo algo, deje a este hombre inmediatamente. Para el machismo no se ha descubierto una vacuna. Si no quiere ser infeliz hágame caso y mándelo al diablo.” El joven se quedó callado, yo creí que me iba a decir algo pero creo que le di miedo. ¡Hágame el favor, si yo ya estoy grande! La chica me pidió que los bajara ahí donde usted se subió. ¿Usted cree que lo mande al diablo?
Ene 21, 2015 - 10:34 PM
Si les haces plática los taxistas te revelan sus historias, algunos te quieren conquistar, o se sienten unos cuerazos, otros se quejan de la vida, otros se hacen las chulas con cada historia, un día un taxista que abordo regularmente, ya tiene más de 75 años, me dijo que estaba preocupado porque una mujer de 22 años con la que él andaba, le dijo que estaba embarazad, yo le pregunté ¡y de verdad es suyo? y que me contesta, ¡Ay mire seño, de eso ni me acuerdo¡ porque yo estoy bien seguro que estoy operado, pero ella dice que es mío, jajajaja