FRENTE A UNA CASA DE LA CALLE DE JALAPA APARECIÓ SU CUERPO
Felipe Bustamante
El “misterio del vegetal picante” puede intitularse el más reciente de los casos que tienen ante sí la Policía Judicial del Distrito y el Servicio Secreto de la Jefatura de Policía, en relación con el cadáver de una mujer encontrado sobre la puerta de entrada de la casa ubicada el 271 de la calle de Jalapa esquina con Aguascalientes. Sobre el vientre de la muerta el asesino colocó un chile de los denominados “serranos”.
Algo quiso simbolizar con ello, quizá una pasión encendida convertida en odio por infidelidad o un acto de brujería.
Hasta anoche la mujer, que en vida tuvo alrededor de 40 años de edad, no había sido identificada. Los investigadores de la Judicial y del Servicio Secreto, que tienen a su cargo el caso admitieron que poco podrán hacer hasta que se conozca la identidad de la víctima. Tenían la esperanza de que con la publicidad que hoy den los periódicos al macabro suceso, alguien se presente al edificio de Servicios Médicos Legales para reconocerla. De allí partirán las demás pesquisas
La casa de Jalapa 271, habitada por el señor Joaquín Vicente Padrón Zuloaga, empleado del Instituto Mexicano del Seguro Social, es de dos pisos. Para llegar a la puerta principal es menester subir tres escalones. Sobre ellos, a las tres horas de la madrugada de ayer, un velador encontró el cuerpo. Los tripulantes de una radiopatrulla despertaron a Padrón Zuloaga, quien, sobresaltado por el desagradable descubrimiento, negó conocerla.
La teoría policiaca de que fue arrastrada hasta allí queda reforzada por el hecho de que el fondo que usaba muestra las correspondientes huellas de desgaste. Vestía además ropa interior y un abrigo gris. Los investigadores consideran significativo el que le faltara el vestido.
El cuerpo quedó en posición transversal sobre los escalones, con la cabeza flexionada hacia el lado derecho. El rostro y la cabeza estaban cubiertos con una toalla de color blanco con franjas verdes. La toalla estaba atada alrededor del cuello con una mascada guinda. De la cintura hasta las rodillas estaba cubierto con unas sábana blanca, que en uno de los extremos tiene un sello ilegible. Empero los investigadores juzgan que puede ser de un sanatorio o más probablemente de un hotel. Mostraba señales de golpes contusos en la frente.
A las 5.15 horas los doctores Roberto Álvarez de Peña y Miguel Maldonado, examinaron el cadáver y encontraron escoriaciones dermoepidérmicas en las caras anterolaterales del cuello, lo que significa que fue estrangulada.
La judicial cree que tiene tres vértebras rotas; pero se trata de una mera suposición,porque hasta hoy se hará la autopsia reglamentaria. También mostraba escoriaciones en la región escapular izquierda y sangre en los oídos.
Su filiación es: cabello negro, frente amplia, cejas negras, nariz recta, labios delgados, ojos cafés y mentón ovalado.
Mientras alguien se presenta a identificar el cadáver y se conoce el resultado de la autopsia –que también puede dar una pista decisiva- agentes‘ “del Servicio Secreto, hacen investigaciones en el cercano multifamiliar Benito Juárez, indagando entre los inquilinos sobre recientes desapariciones, a la vez que recorren los hoteles y las clínicas del rumbo.
UNA MISTERIOSA CAMIONETA PANEL
El cadáver fue descubierto por el suboficial de la policía auxiliar Francisco Camacho Romero. Recorría en su servicios acostumbrado de vigilancia la calle de Jalapa cuando en el 271 hizo el macabro descubrimiento. En los minutos que estuvo ayer se dio cuenta de que una camioneta panel, al parecer de color azul, partió rápidamente a 100 ó 150 metros de distancia. Posteriormente, la vio dar una vuelta a la cuadra.
Otro dato importante es que, conforme al informe hecho por los agentes de la Judicial que practicaron las primeras pesquisas, el cadáver mostraba rigidez. Esto hace suponer que el asesinato tuvo lugar muchas horas antes. Y qué mejor lugar para esconder un cuerpo que en una camioneta panel, mientras llegaba el momento de deshacerse de él.
