Por la fuerte impresión causada al caer en su hacienda un globo sonda de los Estados Unidos, creyendo que se trataba de platillos voladores u otros objetos ultraterrenales, murió Eulogio Buendía, dueño de la Hacienda Laguna de Guadalupe.
En la ciudad de Aguascalientes, donde había ido a declarar ante el Cónsul de Estados Unidos, dejó de existir la noche del 11 del presente, este señor que creyendo ver platillos, resultó un globo sonda, no siendo la cosa para menos, pues el síncope cardiaco que se cree fue el que motivó su muerte, fue causado por esta impresión.
Mientras tanto serán sus parientes los que continúen con esta “reliquia”, pues el globo sonda es propiedad del que lo encuentre, así es que ahora pasa a formar parte de la herencia del señor Buendía, correspondiendo a sus familiares, hacer las gestiones necesarias para que los Estados Unidos recuperen sus aparatos y del la gratificación que en estos casos, siempre se acostumbra.
Publicada originalmente el 18 de diciembre de 1960 en El Día.