Los hechos de sangre siguen a la orden del día en la Cárcel Preventiva de la Ciudad. Casi no pasa un día sin que se reporten las lesiones sufridas por algún reo a manos de otro.
Valentín Díaz Ángel fue lesionado de cierta gravedad con una punta de 25 centímetros de longitud, por los reclusos Luis Mancilla Rodríguez y Florencio Ibarra Ibarra, por dificultades surgidas por el control de la venta de drogas en la crujía “A”.
Es tanto el terror que se ha desencadenado en el Palacio Negro, que ni herido ni heridores aceptaron que las lesiones de Valentín se hayan producido con la punta que se encontró en la celda de los acusados.
Valentín dijo que dormía en una litera alta de su celda, cuando cayó al suelo y se lesionó con los vidrios de una botella que estaba quebrada en el piso.
Los acusados, por su parte, negaron terminantemente tener la menor relación con las heridas sufridas por Valentín.
Publicada el 22 de junio de 1966 en El Heraldo de México.