El niño de once años de edad, Santos Mercado Roldán, fue recogido por una ambulancia de la Cruz Vende del interior de la casa número 10 de la Calzada de San Antonio Abad, con gravísimas quemaduras que recibió al ser agredido por su vecino “El Guijas”, quien recordando las experiencias de la Guerra de España, le arrojó una bomba Molotoff, es decir, una botella de gasolina previamente encendida.
Al caer la botella cerca del chiquillo hizo explosión y le causó las terribles quemaduras que originaron su traslado al Puesto Central de Socorros.
“EL Guijas”, al darse cuenta del daño que había causado con su estúpida broma, emprendió la fuga.
Publicada originalmente el 30 de marzo de 1952 en El Universal.