El doctor Gonzalo Reyna Topete, que tiene su consultorio en Avenida del Taller no. 80, se presentó en la Segunda Comisaría a denunciar un hecho irregular que, en su concepto puede constituir la comisión de un delito: ,
Manifestó que en la mañana de ayer se le presentó el señor Vidal Martínez Cerón para pedirle un certificado de defunción pera poder enterrar a su hijo de diez meses de nacido, Margarito Martínez Cabrera. Al preguntarle el denunciante qué persona. habita atendido al niño, declaró que individuo que tiene su consultorio en la Avenida Morelos; pero que aún no se había recibido de médico; que este señor le recetó a su hijo un suero antibronconeumónico de cinco centímetros cúbicos y que a las dos horas de haberle aplicado la inyección su hijo falleció, negándose a extender el certificado médico, porque dijo que no estaba autorizado para hacerlo por Salubridad Pública.
El acta levantada por el Agente del Ministerio Público se turnó a la Oficina de Investigaciones de la Procuraduría de Justicia.
Publicada originalmente en marzo de 1952 en El Universal.