GALERÍA DE ARTEFACTOS

PASEO CICLISTA

Siempre pensé que recorría esta ciudad por un deseo soterrado, el genuino deseo de irme sin retorno. Pronto descubrí que sólo construía un ardid, un ciclo que abarcaba unas cuantas calles, algunas avenidas, ciertos bares y cafés, aparadores que visité y visito una y otra vez con fe y determinación de conocer lo que ya conozco. Sin embargo, en su absurdo evidente, ese acto guarda una íntima belleza. Y como lo mismo que exhibe de belleza oculta de horror, cada quien, bajo las riendas de sus pies o su vehículo, armado del pensamiento sin orden que nos distingue, guía sus pasos hacia el ciclo conocido con la secreta conciencia de que la vida no tiene otro plan para nosotros sino repetirse y repetirse fervientemente.

Relacionados

Deja un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Metrópoli ficción 2014. Todos los derechos reservados