GUADALAJARA, Jai.,— El estafador español Gerardo Morales Vázquez, mejor conocido por El Ferrolano, fue recluido en la Penitenciaría del Estado bajo el cargo de haber cometido un fraude por más de cinco mil pesos a José Zermeño Gutiérrez.
El tres de abril, El Ferrolano se presentó al señor Zermeño, que radica en El Salto, pretendiendo comprarle su casa y ofreciéndole veinticinco mil pesos por ella. Zermeño se negó a venderla pues no tenía necesidad de ello, pero el español dijo que tenía noticias de que en esa finca había un gran tesoro y le pidió permiso para hacer algunas excavaciones experimentales. Zermeño accedió, picado por la curiosidad, y El Ferrolano y otro sujeto comenzaron a excavar, sacando un cofre con pergaminos donde indicaba que más abajo había enterrados varios centenares de oro y cuatro barras de oro macizo.
Los timadores, después de seguir excavando dieron, con cuatro lingotes de metal amarillo, pero no quisieron seguir escarbando porque hacía falta más dinero y le pidieron diez mil pesos a Zermeño, quien sólo pudo conseguir cinco mil. Después, los timadores emprendieron el vuelo hacia México desde donde todavía tuvieron la audacia de pedirle otra vez dinero, sólo que el ranchero había ya caído en la cuenta y denunció el caso a la policía.
El Ferrolano fué capturado en esta ciudad, pero negó naturalmente que sea estafador.
Publicada el 29 de junio de 1951 en Novedades.