BOCHORNOSA ACTITUD DEL CANTANTE Y DE UN GRUPO DE JOVENCITAS
El rocanrolero Manolo Muñoz se convirtió hoy en excelente actor dramático; se dijo víctima de 1la prensa capitalina y blanco de la envidia que le tienen otros artistas.
Sucedió esta tarde, al rendir su declaración preparatoria el cantante de la “nueva ola” ante el juez tercero penal. Está acusado de lesiones y daño en propiedad ajena intencional.
Mientras tanto, a agente del Ministerio Público de ese juzgado, Adelina Gómez de Vargas, con 6 preguntas, demostró que el cantante Manolo Muñoz es hombre peligroso.
Vestido de negro: con zapatos de ante del mismo color, corbata roja y lentes claros, y mostrando un enorme anillo, Manolo se pavoneaba en los 4 metros de largo de la reja de práctica y sonreía a los fotógrafos y con la vista retaba a los periodistas diciendo entre dientes:
“TENGO DERECHO A MI LIBERTAD”
“Tengo derecho a mi libertad”. Cuando el actor y cantante acusado de haber lesionado a los periodistas Agustín Salmón y Jorge Uriza, y balaceado el automóvil de este último, fue notificado de que tenía derecho a su libertad, dijo al juez:
“Dígame de una vez cuánto es, para salir de este problema”.
Un secretario le preguntó: ¿Cuánto gana usted?
Manolo Muñoz respondió: “Quince, 20 ó 25 mil pesos al mes. No lo sé”.
No bien acababa de decir lo anterior cuando penetraron en el juzgado un grupo de 50 señoritas, miembros del “Club de Admiradoras de Manolo Muñoz”, las que escenificaron un bochornoso acto.
Gritos, requiebros de las jovencitas, hicieron que Manolo se contoneara a lo largo de la reja de prácticas acariciándose suavemente el pelo con la mano izquierda.
De pronto, Manolo Muñoz lanzó un grito y dijo:
“Soy víctima de los periodistas mexicanos. Uriza es miembro de la AMPRYT, y por eso me han enlodado. Cuando salga seguiré dedicado a mi carrera, pues esta es sólo un accidente en mi vida”.
Alguien le preguntó “¿No es éste el segundo accidente de su vida?, es decir, ¿su segundo ingreso en la Penitenciaria?”.
Manolo contestó: “También lo otro fue un accidente”.
El licenciado Andrés Iglesias depositó una fianza de 30 mil pesos y Muñoz recuperó así su libertad.
Publicada originalmente el 23 de diciembre de 1965 en Últimas Noticias.