En el tiro de una mina están siendo recogidos
los restos de centenares de sus víctimas
PACHUCA, Hgo., 13 de julio.—El licenciado Fernando Rodríguez, juez de Distrito de esta capital del estado de Hidalgo, llevó a efecto, ayudado por un grupo de colaboradores de la justicia, el examen del tiro de mina en el cual se decía que el “Tigre de Nopalillo” había estado arrojando a sus víctimas, cosa que resultó verídica ya que allí se encontró una gran cantidad de cadáveres en putrefacción. Dicho lugar, denominado “Las Minillas es un gran mineral abandonado, en el cual, por un “tiro” que se encuentra en plena serranía, arrojaba sus víctimas Atanasio Ramírez (a) “El Tigre de Nopalillo”.
Según los informes que fueron registrados en el acta respectiva por las autoridades, se pudo constatar en dicha inspección ocular que en el lugar en el “que tenía su cementerio particular” Atanasio, se encuentran una gran cantidad de cadáveres y las ropas de las víctimas. Los campesinos que estuvieron bajando a la mina para extraer los cadáveres pidieron a las autoridades judiciales se les permitiera una tregua, ya que es muy grande la cantidad de restos humanes que en dicho lugar se encuentran, la mayoría de ellos en estado de putrefacción, lo cual hace que la atmósfera sea irrespirable.
Sin embargo, se lograron sacar varios cráneos en los que se pudieron observar los orificios que produjeron las balas. Las ropas que se han recogido hasta el momento son casi todas ellas de buena calidad, de lo que se deduce la posición económica de las víctimas que se supone ascienden a más de trescientas.
De dichas ropas se recogieron en buen estado varios pantalones de casimir de la mejor calidad, sweaters de lana pura y un zapato fino que contenía, todavía, el pie humano en descomposición, de la víctima.
En relación con estos salvajes asesinatos que fueron cometidos durante la época de suspensión de garantías, se nos dijo que a pesar de que entonces dichos delitos ameritaban la pena de muerte para el asesino, ahora que la normalidad vuelto a imperar en nuestro medio judicial, la pena máxima que se podrá aplicar será la de treinta años.
Nota publicada el 14 de julio de 1946 en Novedades.