La Cuarta Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación negó el amparo de la justicia federal al maestro de saxofón Victoriano Torres, contra la calificación de abandono de empleo que la Junta de Conciliación de Durango dio a la ausencia del quejoso de su trabajo, que desempeñaba en la orquesta de ocho músicos de un lugar de recreo de la citada ciudad, propiedad del español Andrés Montadino Prado.
De lo expuesto por patrón y trabajador, aparece que éste acudió en demanda de pago de salarios caídos e indemnización por despido injustificado ante la Junta, por haber sido separado de su empleo por su patrón. Pero el tribunal no falló en su favor, porque el dueño del negocio logró comprobar que el músico no cumplía con su deber, ya que “desafinaba en la orquesta por estar distraído leyendo historietas cómicas”.
Por tal desafinación, sufrió una reprimenda de su patrón y, sentido, el músico no volvió por nueve días a su trabajo. Luego acudió ante la Junta diciéndose despedido.
La Corte estimó que el abandono de empleo era clarísimo y, aun cuando no hubiera sucedido tal cosa, tampoco le daría ocasión al reclamante de establecer su demanda, su comportamiento dentro de la orquesta, pues un músico que desafina, es decir, un trabajador que no cumple con sus tareas no puede exigir prestaciones, ya que no cumple con su contrato de trabajo.
Nota publicada el 26 de julio de 1946 en Novedades.