VENECIA, (EFE)¬– Agentes de policía y algunos vigilantes nocturnos, atendiendo a una denuncia de accidente hecha telefónicamente, hallaron ayer de madrugada, en uno de los canales de Venecia, un coche robado la noche del pasado viernes en Trieste y dentro del auto el cadáver de un joven que se supone fuera el ladrón.
Las autoridades recibieron la llamada telefónica de alguien que había visto como un “Mini Morris” de deslizarse sobre el pavimento húmedo. Había caído en el canal. Algunas personas trataron en vano, de salvar al conductor y sólo con una grúa pudo sacarse el coche y el chofer: un joven de unos 25 años, posiblemente extranjero, sin documentos y con billetes italianos, alemanes y yugoslavos.
Publicada el 17 de septiembre de 1969 en El Heraldo de México.