Los pubs forman parte del imaginario que se activa cuando se piensa en Inglaterra, junto con el futbol, el té, Harry Potter, la lluvia, el Palacio de Buckingham, los Beatles, Shakespeare, el Big Ben, la reina Elizabeth II y James Bond. De acuerdo con The Oxford Dictionary,pub es la abreviación de public house (casa pública), se trata de un establecimiento donde se vende cerveza y otras bebidas, además de comida porque la bebedera no lo es todo.
De manera casi invariable, por su decoración un pub recuerda la estancia de una casa grande. Hay mesas y sillas pero también sillones, sofás y mesas de café; con independencia del tamaño, casi todos tienen chimenea con un espejo colgado por encima de ellas y, de ser posible, un jardín con bancas y mesas donde la gente puede beber y comer a la intemperie cuando el clima lo permite, principalmente durante el verano. Aparte de la cerveza, los pubs también ofrecen sidra (que es muy popular y no tienen nada que ver con lo que bebemos en Navidad en México), ginebra, vino blanco y tinto, whisky, vodka y varias otras bebidas espirituosas (como en cualquier bar) y bebidas sin alcohol, como té y café. Por otra parte, la comida de pub contempla varias posibilidades (siempre hay una opción vegetariana) y deja a todos satisfechos, en el menú se ofrecen hamburguesas, sopas, salchichas, fish and chips (pescado empanizado con papas a la francesa) y sándwiches, entre otros platillos, así como el tradicional asado de los domingos que es más bien un estofado.
La semejanza de un pub con la estancia de una casa no es casualidad; estos funcionan como el lugar de encuentro con los amigos, suplen el espacio que muchas casas y departamentos británicos no tienen por sus reducidas dimensiones, una herencia victoriana. Por eso, los pubs tienen un lugar central en la convivencia social, ahí la gente se reúne a platicar, ver eventos deportivos, ligar, jugar –dispensen la redundancia– juegos de mesa (sí, en esta época de videojuegos los ingleses, y más los alemanes, participan en juegos de mesa porque ofrecen una forma de convivencia inherente a su cultura, digamos un práctica que se explica en parte por un clima que no favorece actividades extramuros), pero sobre todo, la gente se reúne a consumir alcohol en el pub.
En todo el Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) y la República de Irlanda (que se independizó del Reino Unido en 1922) cada ciudad y pueblo tienen al menos un pub y entre más grande sea la ciudad o el pueblo más pubs existen. Tan sólo en el centro de Oxford existen un promedio de cuarenta pubs, algo así como un pub en cada esquina, cada uno con su propia personalidad: Cabe recordar que esta ciudad no es más grande que la Delegación Miguel Hidalgo del D. F.
La existencia de varias decenas de pubs permite realizar una práctica cultural conocida como pub crawling; se trata de beber en varios pubs en una sola noche, puede realizarlo una o más personas, aunque es más divertido en grupo. Un pub crawling se organiza por diversas razones: si una se muda necesita conocer los pubs del barrio; o se pueden explorar los pubs de una zona que no sea donde se reside; para celebrar un cumpleaños, una despedida de soltero o soltera, o por puro gusto de beber con los amigos y conocer gente nueva (último punto que evito porque me produce ansiedad).
La gente se cita en un pub, ahí toman el primer trago (o más) para después irse a otro pub donde se bebe otra vez, para luego irse hacia el tercero por otra ronda y así hasta que den las once de la noche, el barman suene la campana avisando que están por cerrar y se pida la última ronda. Suena divertido, ¿no? El problema es que nadie dice que el pub crawling es una actividad de alto riesgo, pues sin percibirlo se puede tener una mala noche y terminar terriblemente alcoholizada, o, como su nombre ya lo indica, alguien puede acabar gateando (crawling significa gateando), o sea hasta las manitas por ir bebiendo de pub en pub.