¡COMÍA CARNITAS Y SE DESPLOMÓ MUERTO!

EL DUEÑO DE LA LONCHERÍA DONDE OCURRIÓ EL HECHO, SE DIO A LA FUGA INMEDIATAMENTE

En los momentos en que Manuel Castañeda González, de 46 años de edad, comía unos tacos de carnitas en la lonchería “La Flor de Michoacán”, instalada en Parque Lira 49, cayó al suelo y momentos después fallecía.

Fueron los tripulantes del jeep policíaco 159, los primeros en darse cuenta de lo sucedido en el interior de la lonchería, e inmediatamente dieron aviso a las autoridades de la decimaprimera delegación.

Momentos después se presentaron agentes de la policía judicial, para realizar las primeras investigaciones y ver cómo fue el fallecimiento del señor Castañeda González.

Los agentes tomaron muestras de las comidas que en ese lugar se venden, para que después sean analizadas por los laboratoristas de la Procuraduría General del Distrito, para determinar si el hoy occiso, murió por envenenamiento o fue un ataque cardíaco lo que sufrió.

El agente del ministerio de la decimaprimera delegación, levantó el acta correspondiente y ordenó que el cuerpo sea trasladado al anfiteatro de la propia delegación, de donde será conducido al Servicio Médico Forense, en donde se le practicará la autopsia de ley.

El joven Héctor Castañeda, de 21 años de edad, identificó el cadáver y dijo que el hoy extinto era su padre, y que había ido a comer unas carnitas en la lonchería en compañía del señor Pedro Hernández Hernández pero que en los momentos en que comía un taco, se llevó la mano al estómago, escupió el bocado y cayó al suelo, muriendo minutos después.

Afirmó que dio aviso a la Cruz Verde, pero cuando la ambulancia de esa institución llegó al lugar de los hechos, su padre ya había fallecido.

Informó finalmente que el dueño de la lonchería; al darse cuenta de que su padre había fallecido, se dio a la fuga.

Durante el día de hoy, los médicos legistas del Servicio Médico Forense, practicarán la autopsia al cadáver del señor Castañeda González, y determinarán si murió por envenenamiento de las carnitas que ingirió en la lonchería, o sufrió un ataque cardíaco.

Publicada originalmente el 26 de noviembre de 1962 en El Nacional.

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